El Dr. José Ambrosio Ochoa Olvera, coordinador del Eje de Formación en el Sistema de Justicia Oral Modelo Querétaro (Cosmos), actualmente se desempeña como Secretario Académico del Instituto de Formación Policial (Infopol) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
En un segundo ejercicio de entrevista, nos contó -desde su experiencia- cuál es la metodología y estructura con la que capacitan y forman operadores, a partir de talleres en los que se privilegia la práctica por encima de la teoría, lo cual ha entregado hasta la fecha resultados positivos respecto a la eficiencia y eficacia de la capacitación en el Sistema Justicia Oral Querétaro.
A continuación lo que nos contó.
1.- “La práctica en la práctica, la práctica con la práctica” ¿Cómo aplica esta frase en la operación del Sistema de Justicia Modelo Querétaro?.
R. “Lo importante en esto, es la traducción que tuvimos que hacer para armar en lugar de cursos, armar talleres. Los talleres precisamente dan cuenta de cómo a través de la práctica se puede conseguir un conocimiento, una habilidad, una destreza que sea significativa, para ello, en principio, la estructura curricular de los talleres es 20 por ciento de teoría y 80 por ciento de práctica.
Si bien no se descuida la base mínima teórica, se privilegia más la práctica, el saber hacer, el saber resolver, el saber decir, el saber actuar y, la parte teórica, efectivamente cumple la función solamente de darle el basamento legal, solamente el principio, la certeza de que se puede hacer tal o cual acción.
El segundo elemento es armarlo por competencias, que contempla tres momentos: el saber, el saber hacer y el ser, porque si bien es cierto que formamos, capacitamos o adiestramos para algo, lo que nos interesa formar una persona, o sea, un ser social que tenga una relación, con su entorno, con sus semejantes y que a fin de cuentas tenga la conciencia de que está en función de un servicio, de una atención y no tanto de servirse para otras cosas.
El tercer elemento son las simulaciones en los talleres, que son precisamente que los instructores que tenemos para la capacitación, para el entrenamiento, que sean aquellos que ejercen su función permanentemente, es decir, un juez enseña a un juez. De tal manera que las simulaciones se hacen con gente que está en funciones y operando lo que estamos enseñando.”
2.- Los talleres prácticos que se imparten para formar y capacitar ¿Cómo funcionan en cuanto a tiempos y contenidos?.
R. “Respecto a los tiempos, digamos que tiene que ver con la definición del contenido, hay una relación directa entre el tiempo que se necesita para realizar el taller y lo que corresponde al contenido temático
Los contenidos se determinan a partir de la definición del ‘tema problema’, que lo tuve que ligar con la seguridad y justicia, para resolver un problema concreto, entonces para el diseño de un taller, lo primero que se determina es qué queremos resolver, a través de un trabajo de campo, de encuestas, investigación, revisión de carpetas.
Las capacitaciones que nosotros impartimos a operadores, que pueden ser jueces, defensores, fiscales, policías, entre otros, en principio parten de 12 horas, creemos nosotros y esto lo hemos venido calibrando, un primer momento de cuatro horas se hace una sensibilización de lo que vamos haces, el por qué lo necesitamos.
Esta primera parte de cuatro horas le sigue básicamente ejercicios, dinámicas en las dos siguientes sesiones de cuatro horas, no se trata de explicar teóricamente el porqué de la flagrancia, sino a través de prácticas dinámicas, por eso los instructores son muy importantes, pues lo importante para nosotros es que lo haya hecho y si le aunamos que tiene algunos años de experiencia en esto, pues que mejor.”
3.- A más de un año de operaciones del Sistema de Justicia Oral Querétaro ¿Los talleres podrían tener adecuaciones o cambios?.
R. “Toda actividad que se hace tiene una mejora continua, el problema es no tener un instrumento de evaluación, de validación de lo que estás haciendo. A un año de operación nuestros resultados son muy positivos respecto a la eficiencia y la eficacia que hemos tenido con las capacitaciones, pero tampoco podemos decir que ya no hay necesidad de hacer esa capacitación, más bien, tenemos que seguir avanzando en nuevos problemas que se derivan de las circunstancias o de los momentos que nos tocan vivir.
En el caso de la consolidación de la capacitación de los talleres en el Modelo Querétaro, estamos implementando para evaluar, para diagnosticar, para afinar, para corregir y para mejorar, es una actualización continua.”
4.- El hecho de que los Institutos de Formación a nivel estatal incluyan dicho enfoque a su respectivo programa académico ¿Qué implica o cómo se traduce?.
R. “A nivel nacional no hay una relación, no hay una sincronía entre esas cinco instituciones, mucho menos pudiera haber entre los institutos que cohabitan dentro de los estados para hacer esto. A nosotros nos interesa mucho la socialización y no se trata de que el Modelo Querétaro sea una forma de modificar lo que hay respecto a la justicia oral, sino que debe quedar muy claro que el Modelo Querétaro es una forma de hacer la justicia, o sea, es un modelo de gestión, de operación.
Vamos a buscar la forma de que las Universidades también nos permitan entrar a sus instituciones a platicarles cómo lo hacemos porque a fin de cuentas los egresados de las Universidades tendrán que incorporarse al ámbito laboral en Querétaro.
En el caso de los Institutos de la Fiscalía, de la Defensoría, del Tribunal Superior de Justicia, el de Formación Policial y del Centro de Reinserción Social, básicamente se debe socializar cómo operan todos los modelos. La socialización debe cumplir un objetivo en común pero con una metodología diferente, pues en las Universidades van dirigidos a personas en formación y en los Institutos a personas en funciones.
5.- ¿Qué papel juega el proyecto de formación y capacitación en la etapa de consolidación del Sistema de Justicia Oral Modelo Querétaro?.
R. “El punto para nosotros es seguir detectando problemas que se presentan en la práctica (…) que respondan al servicio y atención de las personas, porque a fin de cuentas un fiscal debe pedir justicia, pero justicia para la víctima y para el imputado, y el defensor debe defender la razón. Esta es la idea, seguir revisando problemas.
Para diciembre de 2017 tendremos que hacer una evaluación, valoración, reflexión, autocrítica de lo que hicimos del 30 de mayo de 2016 a 30 de mayo de 2017, por poner un periodo, así como rediseñar para avanzar en la consolidación, porque para mí la consolidación es la capacitación continua, permanentemente se van consolidando, cuando resuelves algo, aparecen otras cosas.”
